El Papa Francisco lo ha convocado,
mediante la Bula “Misericordia vultus”,y ha deseado que se viva intensamente en
todas las iglesias particulares. “Celebrar un Jubileo de la Misericordia
significa poner en el centro de nuestra vida personal y de nuestras comunidades
el contenido esencial del Evangelio Jesucristo. ÉL es la Misericordia hecha
carne, que hace visible para nosotros el gran Amor de Dios”, explico el Papa
Francisco en la catequesis del miércoles, 9 de diciembre, al día siguiente de abrir
la Puerta Santa, del Jubileo de la Misericordia. El Obispo de Roma dijo que “se
trata de una ocasión única para experimentar en nuestras vidas el perdón de
Dios, su presencia y cercanía, especialmente en los momentos de mayor necesidad”.
Y aclaro que el Jubileo significa además “aprender que el perdón y la
misericordia es lo que más desea Dios, y lo que más necesita el mundo, sobre
todo en un momento como el actual en el que se perdona tan poco, en la sociedad,
en las instituciones, en el trabajo y también en la familia”.
“Hay que tener en cuenta
que la raíz de la falta de misericordia está en el amor propio, que se reviste
bajo el manto de la búsqueda del propio interés, de los placeres, los honores y
las riquezas. También en la vida de los cristianos está presente bajo el
aspecto de la hipocresía y la mundanidad. Por eso, necesitamos reconocer que
somos pecadores, para que se fortalezca en nosotros la certeza de la
misericordia de Dios”, afirmo Francisco.
En Córdoba, este jubileo
se inició oficialmente el domingo 13 de diciembre 2015, el Obispo procedió a las
11:30 de la mañana la apertura de la Puerta Santa de la Catedral, inaugurando así
el Año de la, Misericordia convocado por el Papa Francisco.
“A PARTIR DE ENTONCES, SE PODRÁ ALCANZAR INDULGENCIA PLENA”
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